lunes, 7 de enero de 2013

El amor en tiempos de Twitter


Decía Hesíodo que, justo después del Caos el primer elemento surgido en el mundo ya ordenado fue el amor.
Queda claro, pues, que el amor ha estado ahí desde que el mundo es mundo y parece que así seguirá. Ello se debe a la espectacular capacidad que tiene el amor de adaptarse al medio.Supo ser primitivo en las cavernas, limitado a un desesperado acto físico para sacar adelante una especie con más posibilidades de extinguirse que de triunfar y finalmente dominar el mundo; clásico y desenfrenado por igual en las ágoras griegas y las domus romanas;oscuro y sutil en la Edad Media; refinado y bucólico en el Renacimiento; apasionado y torturado en el Romanticismo...
¿Y ahora? El Amor, a pesar de lo que digan, se mantiene en su esplendor siendo el único producto de primera necesidad que nadie se atreve a rechazar sin haberlo probado antes.
Nada extraño entonces que haya sabido como 'colgarse' entre las líneas de las redes sociales y resulta casi imposible no caer.
...El amor en tiempos de Twitter, inevitable no terminar escribiendo de esto, no porque ya lo viví, si no por lo extraño e intenso que resulta, sin mencionar lo común que se ha vuelto en estos días.
Les cuento mi historia: Todo empezó con un "Si no aguantas, regresa a Facebook", hasta ese dicho que dice "del odio nace el amor" aplica en Twitter, oigan.
Luego siguió con lo que se supone es lo común, el Follow y de ahí fuimos escalando hasta llegar a los múltiples Rt's e inumerables DM's que con el pasar de los meses eran más frecuentes hasta continuar con mensajes por BBM y hasta llamadas telefónicas.
Sin pasar por alto los típicos tweets con escenas de celos y mis Fav que  no eran más que un "te estoy leyendo, cabrón", y claro los de él con sus "Tu y tu pinche doctorcito".
Finalmente la distancia y las circunstancias, nada sencillas por cierto, terminaron con nuestra tweet-relación.
No puedo explicar el porqué suceden estás cosas, en qué momento preferimos "compartir" con un desconocido que no sabes si su perfil o avatar es real o no.
La muy trillada frase de que las redes sociales sirven para "Acercar a quienes están lejos y alejar a quienes están cerca" cada vez es más cierta.
Y es que Twitter te permite compartir pensamientos, inquietudes, alegrías, tristezas sin ser juzgados o mal vistos, es un muro de confesión para unos, diversión para otros. Y están hasta los que con un perfil falso se 'deschongan' con toda la libertad, haciendo de Twitter un escape de la realidad. Finalmente cada quien puede hacer con su vida -y su Time Line- lo que así desee.
Hasta aquí vamos bien, pero ¿qué pasa cuando tu relación no es virtual?, no creo ser la única que después de una amarga experiencia no quisiera que todos y cada uno de mis tweets fueran supervisados por mi novio en cuestión, porque sé que cada frase mal entendida terminaría  en un pleito campal con discusiones del tipo : ¿a quién le escribiste eso? ¿porqué escribiste eso?, y una larga de etcéteras que no tiene caso citar.
Y volvemos, así es, las redes sociales me acercaron a personas lejanas, pero me alejaron de las cercanas.
Entonces ¿es bueno o malo enamorarse en 140 caracteres? Eso tu lo decides, quizás algunos me podrán decir que no es amor, si no el cortejo superficial entre dos desconocidos que creen conocerse y gustarse cuando ni siquiera pueden estar seguros del nombre en su TL,  biografía o avatar.
Quizá, pero ¿no es incluso amor, la apariencia del amor? ¿Es acaso el amor otra cosa que el anhelo de ser comprendido y querido? ¿Importa algo que no trascienda a esos 140 carateres? ¿No es cierto que el amor empieza en nuestra mente y se expande cual virus al resto de nuestro ser? Y si empieza en nuestra mente, ¿Cómo no enamorarse en la red social que más agilidad, inteligencia, humor e idoneidad exige?.



"Follow-Unfollow, el me quiere-no me quiere de los tuiteros", @NoSoyEli